La reestructuración de nuestro sistema financiero, aunque pueda resultar ineludible desde un punto de vista macroeconómico, arroja una enorme cantidad de sombras cuando lo analizamos desde el punto de vista individual de un ciudadano o profesional
La conclusión, nunca suficientemente verbalizada y admitida, de que el sistema financiero es uno de los elementos que podemos situar como origen o incluso causa de la actual crisis económica, se traduce a posteriori en medidas que podríamos resumir con el tópico “más de lo mismo”.
En última instancia se trata de eso, simplemente se nos presenta como solución de futuro que “más grande es mejor”, porque con las fusiones frías, calientes y templadas.....se trata de mantener instituciones como las que ya había, pero mas grandes... eso es todo. ¿Dónde están realmente los cambios?
Esta no es la línea adecuada de trabajo y pensamiento. Es necesario buscar nuevos modelos que eliminen las contradicciones puestas en evidencia por la crisis:
- Bancos con grandes beneficios que NO facilitan créditos a sus clientes, mientras reciben financiación pública para ser mas grandes y obtener mas beneficios, al margen de cualquier condición de servicio al ciudadano o con la sociedad que habilita su negocio.
- Entidades financieras (Cajas) de tamaño monstruoso que distribuyen enormes recursos (sus beneficios) libremente a través de actuaciones sociales en cualquier territorio o ámbito, mientras niegan a sus propios clientes, productores de ese beneficio y tan necesitados de recursos y ayuda como cualquiera, los servicios financieros y de crédito que necesitan para salir adelante.