¿Qué está ocurriendo? ¿Sólo nos fijamos en un hecho como es el maltrato físico y nos olvidamos de otro gran maltrato que no recibe golpes, pero que sí anula psicológicamente a la persona? ¿Es que este tema no es de interés para nuestra sociedad, aunque, por desgracia, es un problema que va en aumento?
Creo que deberíamos empezar no sólo a juzgar y castigar a aquellos/as que realmente acosan, sino también a quienes calumnian con una descarada ligereza utilizando la palabra ACOSO para obtener un beneficio propio. Y nos debe dar igual el sexo, y lo que verdaderamente nos debe importar es el hecho.